El pretérito histórico político de Esmeraldas, nos
recuerda que los niveles de gobiernos
locales, desde 1979 al presente año, han
estado conducidos y controlados por cuatro fuerzas políticas (CFP – PSC – PRE y
MPD), quienes han demostrado ser la cara de una misma moneda, que no se han
diferenciado en lo absoluto en sus enfoques de gobernabilidad, gestión y
sostenibilidad política. Todos ellos
aplicaron un modelo gestión clientelar y centralista, con una visión
oportunista. Haciendo usos de mecanismos fraudulentos lograron armar y
controlar las mayorías de ediles en el
seno de sus gobiernos locales, convirtiendo
a los concejales en seres dependientes y simples alzas manos de sus
decisiones. Limitaron la construcción de una participación ciudadana real y
efectiva. Centralizaron la toma de decisiones y mantuvieron el control absoluto
de la agenda pública municipal a implementar. Controlaron y silenciaron los
medios de comunicación para frenar a la oposición y las reclamaciones populares.
Hicieron uso de la prensa para
desinformar y vender una imagen de funcionarios exitosos y de benefactores. Usando
recursos públicos montaron empresas electorales, dieron show, licor, dadivas y compraron votos para ganar elecciones. Para
pagar favores políticos, inflaron el recurso humano municipal y formaron
fuerzas de choques para intimidar. Condicionaron el edificio municipal con una
serie de puertas para limitar el acceso de los ciudadanos. Generaron la
división interna de los trabajadores municipales, de los barrios y grupos
sociales para controlar la oposición. La
diatriba, el insulto y el garrote, no se quedo atrás. Tampoco el de victimarse
ante el cuestionamiento público.
Frente a este panorama desolador que nos han legado
nuestros pésimos políticos y ante la oportunidad que tenemos de ejercer nuestro
derecho constitucional de elegir a nuestros representantes, no nos podemos dar
el lujo de volvernos a equivocar, ni legar a Esmeraldas cuatro años más de oprobiosos
destino. Debemos reflexionar profundamente y escoger entre los candidatos que
postulan para las diversas dignidades seccionales, lo mejor que pueda existir. Es por
ello que se debe exigir a los candidatos que presenten propuestas concreta para
surgir del fango del subdesarrollo en que nos encontramos. Ya basta de seguir
eligiendo representantes oportunistas y demagogos. Basta de seguir auto
condenándonos a vivir en medio de la inoperancia, contaminación, el despilfarro,
la politiquería y mal desarrollo.
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