martes, 25 de febrero de 2014

ESMERALDAS EN DEMOCRACIA, LECCIONES POLITICA DEL PROCESO ELECTORAL 2014



Por: Francisco Sánchez Yascaribay

Como al parecer, ya el cielo de la duda con respecto a saber quienes conducirán los organismos seccionales, se está aclarando y los estragos de la embriagues política electoral, se está disipando. Es necesario reflexionar  sobre los aprendizajes que nos ha legado el proceso electoral, en aras de generar cambios en nuestros modelos mentales políticos y contribuir al proceso de transformación que están demandando los ciudadanos. 
Los aprendizajes son:

Que la falta de reciclamiento político a la militancia y cuadros adheridos a las estructuras políticas vigentes, limitan la construcción de sinergia de la organización y hace que se genere el oportunismo interno y se empañe la identidad  política, debilitando el liderazgo institucional.

Que la mayoría de organizaciones políticas  que participaron en la lid electoral en función de captar espacio de poder en las elecciones 2014, llevó a muchas de ellas, romper normas y valores internos, en el escogitamiento y  designación de sus candidatos, que  generó fisuras y resentimientos entre sus propios miembros. 

Que para el escogimiento de las candidaturas, en muchos casos, primó  la improvisación; en otros, la aparente  "popularidad" y  "mal habida solvencia económica” del o los candidatos; más allá, que la solvencia espiritual (valores), la convicción ideológica y las capacidades técnicas, que deben reunir los candidatos como garantías de que se tiene las buenas intenciones de generar los cambios anhelados.

Que la falta de interacción, visión trascendental y participación en la construcción de las propuestas electorales  de los candidatos, que en algunos caso se las hizo al apuro, hiso en su mayoría, que se oferte una propuesta vacía, demagoga y sin fundamentos.

Que el aplicar métodos mercantilistas electorales, tan usados por la derecha y el populismo tradicional, que nos han llevado hacia un mal desarrollo; por un lado, desveló a la mayoría de los candidatos y estrategas de campañas, ser débiles de carácter  y no tener respecto con sus conciudadanos ni un alto compromiso con el desarrollo de su propio pueblo. Por otro, contribuyó para seguir fomentando la cultura de formación de electores autómatas, facil de conducir y manipular. Además, para que se perciba a los candidatos, como demagogos, que no van a generar los cambios que se requieren y la participación real que demandan los ciudadanos para una buena gobernanza.

Que ciertos niveles de prejuicios y autosuficiencias, existentes en las estructuras partidarias, como la falta de promoción de espacios de aprendizajes para educar a la militancia y enriquecer los métodos y estrategias de difusión de la propuesta política, pasaron factura electoral a los partidos y movimientos políticos.

Que mucho de los simpatizantes que se adhirieron a la campaña electoral en favor de unos u otros candidatos opcionados, no lo hacían por convicción con las propuestas, ni por compromiso social con su partido; sino, motivados por un puesto de trabajo, aún sin tener los méritos espirituales y las capacidades técnicas. 

En el marco de proyectarnos a no cometer los mismos errores en la gobernanza, dejo a ustedes para su reflexión, la siguiente cita:
“La capacidad de cualquier institución para efectuar y manejar cambios, y para responder creativamente a los desafíos que se le presentan, supone el desarrollo de una serie de destrezas cruciales. Éstas incluyen la habilidad de mantener una percepción clara de la realidad social y las fuerzas que operan en ella; de valorar apropiadamente los recursos de la comunidad; de consultar libre y armoniosamente como si de un solo cuerpo se tratara con su distrito electoral; de comprender que cualquier decisión tiene tanto dimensión material como espiritual; de alcanzar decisiones de manera que preserve y promueva la unidad institucional; de ganar la confianza, el respeto y el apoyo de aquellos afectados por dichas decisiones; de usar de modo efectivo las energías y los diversos talentos de los miembros de la comunidad a la que sirven; de integrar la diversidad de las iniciativas individuales y colectivas en un movimiento vanguardista que beneficie a todos; de mantener los estandartes de equidad y justicia; y de implementar decisiones con tal apertura y flexibilidad que evite todo rastro del comportamiento dictatorial. Esta constelación de destrezas debe, obviamente, acercar los recursos intelectuales y morales”. Escritos Bahá´is, Compilaciones: Superación de la Corrupción.

Esmeraldas, 25 de febrero de 2013