martes, 7 de enero de 2014

EL VALOR DE DECIDIR POR QUIÉN VOTAR



Por Francisco Sánchez Yascaribay

Según el Mandato Divino,  “Todos los hombres han sido creados para llevar adelante una civilización en continuo progreso”. Que nuestro deber moral es preocuparnos por los asuntos de la comunidad en la cual vivimos y velar por su bienestar, ya que somos parte de ella y existe una correlación e interdependencia que nos une. En otras palabras,  la Voluntad Divina, nos expresa, que somos sujetos políticos activos.

Por otro lado, la Carta Constitucional del Ecuador, manda a los ciudadanos mayores de 18 años a elegir y ser elegido, y a participar en todos los asuntos públicos. Esto, como una expresión de reconocimiento, que tenemos y ejercemos la soberanía, cuya voluntad es el fundamento de la autoridad.

Frente al proceso electoral que tenemos para designar a nuestros representantes a los diversos niveles de los gobiernos locales (provincial, cantonal y parroquial) y ante la serie de candidatos que los partidos y movimientos políticos, muy a la ligera, nos están presentando para que se escoja de entre ellos a los futuros mandatarios; no podemos ser indiferente ni estar apático al proceso electoral, ni llegar a creer que se trata de un simple acto sin valor ni trascendencia, que no nos afecta en lo absoluto, supuestamente porque somos “independientes de la política”.  

El voto, es un acto de absoluta responsabilidad que tiene que ver con nuestro derecho fundamental a la participación. Es un acto mediante el cual se expresa nuestra voluntad de otorgarle a una persona nuestra confianza para que nos represente y a nombre nuestro conduzca la gestión pública, administre y  precautele los bienes y recursos municipales, y en interrelación con nosotros, vele por el bienestar de todos y todas. Dar el voto, demanda reflexión y discernimiento a la luz de la experiencia y la realidad en que vivimos, para tomar la decisión correcta. No podemos  poner en riesgo el destino del municipio en que vivimos, como el destino de nuestra familia, sin pensar que la toma de decisión nuestra, no nos afecta en lo mas mínimo. Es decir, se requiere madurez y un estado crítico para no legar a nuestras descendencias a vivir como nosotros hemos vivido, por nuestros errores, en un ambiente de inoperancia, corrupción y mal desarrollo, al elegir “políticos” sin merito algunos y manipuladores.

En el marco de aquello, sugiero se observe con discernimiento a los mejores ciudadanos y ciudadanas que crean ustedes reúnen algunas características por la cual se hacen merecedores de su confianza. Entre las características que hay que observar para saber por quién votar, propongo se considere lo siguiente: 


  1. Vote por aquella persona que con altura y dignidad lleva su campaña electoral como un mecanismo de aprendizaje, sin malgastar su tiempo en ofensa o diatriba, que te busca para enriquecer su propuesta porque valora y aprecia tu opinión.
  2. Sufrague por aquella persona, cuya hoja de vida,  demuestra que  es una persona creatividad y productiva, que se ha ganado el pan con dignidad, que no ha estado envuelta en escándalo público ni ha estafado o engañado a nadie,  que se respeta a sí mismo, como  a los demás
  3. Sufrague por aquella persona desprendida, que se preocupa por estar al tanto de los problemas que afecta a su comunidad y a su familia; que sin esperar nada a cambio, anima a los demás a participar por el bienestar de su sector, promueve mingas y actividades a favor de la comunidad en la que vive y socorre al desvalido
  4. Sufrague por aquel ciudadano (a) candidato (a) que ha aprendido a reconocer sus errores y corresponsabilidades; que no busca victimizarse con la finalidad de que sientan lastima y compasión por él o por ella
  5. Sufrague por aquel ciudadano(a) candidato(a) que aún sabiendo que necesita recursos para financiar su campaña, no acepta aporte mal habido ni recursos ni bienes materiales proveniente de fondos públicos, que algún seguidor suyo le pone a su disposición. Aquello es una muestra que este ciudadano o ciudadana, realmente quiere generar el cambio que estamos necesitando.
  6. Sufrague por aquel ciudadano(a) candidato(a) que si te brinda una ayuda, no te la condiciona ni exige que le devuelvas el favor con tu voto. Pues, si actúa con chantaje e interés, significa que no merece tu confianza ni la confianza del pueblo, porque será un promotor de la corrupción. Un manipulador, comprador de conciencia
  7. Vote por aquella persona que ante la difamación que se le haga, no se deja arrastrar al abismo de la inferioridad humana ni cae más abajo que las bestias. Pues ella te está demostrando que es una persona sabia y madura que tiene autocontrol y compasión con sus adversarios político. Esto no quiere decir que no tenga que hacer nada para frenar la difamación
  8. Sufrague por aquella persona que en su vida diaria, ha demostrado ser un protector de la naturaleza y un promotor de la unidad en diversidad, amante del arte, la cultura, la ciencia, la poesía y un libre investigador de la verdad.

RECUERDA QUE DE TU DECISIÓN RESPONSABLE DEPENDE EL BIENESTAR DE LA COMUNIDAD Y QUE DEL BIENESTAR DE LA COMUNIDAD DEPENDE TU BIENESTAR Y EL DE TU FAMILIA. TU DECIDES.

Esmeraldas, 7 de enero de 2014

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