Por
Francisco Sánchez Yascaribay
Según
el Mandato Divino, “Todos los hombres
han sido creados para llevar adelante una civilización en continuo progreso”. Que
nuestro deber moral es preocuparnos por los asuntos de la comunidad en la cual
vivimos y velar por su bienestar, ya que somos parte de ella y existe una correlación
e interdependencia que nos une. En otras palabras, la Voluntad Divina, nos expresa, que somos sujetos políticos activos.
Por otro lado, la
Carta Constitucional del Ecuador, manda a los ciudadanos mayores de 18 años a
elegir y ser elegido, y a participar en todos los asuntos públicos. Esto, como
una expresión de reconocimiento, que tenemos y ejercemos la soberanía, cuya
voluntad es el fundamento de la autoridad.
Frente al
proceso electoral que tenemos para designar a nuestros representantes a los
diversos niveles de los gobiernos locales (provincial, cantonal y parroquial) y
ante la serie de candidatos que los partidos y movimientos políticos, muy a la
ligera, nos están presentando para que se escoja de entre ellos a los futuros mandatarios;
no podemos ser indiferente ni estar apático al proceso electoral, ni llegar a
creer que se trata de un simple acto sin valor ni trascendencia, que no nos
afecta en lo absoluto, supuestamente porque somos “independientes de la política”.
El
voto, es un acto de absoluta responsabilidad que tiene que ver con nuestro
derecho fundamental a la participación. Es un acto mediante el cual se expresa
nuestra voluntad de otorgarle a una persona nuestra confianza para que nos
represente y a nombre nuestro conduzca la gestión pública, administre y precautele los bienes y recursos municipales, y en interrelación con
nosotros, vele por el bienestar de todos y todas. Dar el voto, demanda reflexión y
discernimiento a la luz de la experiencia y la realidad en que vivimos, para tomar la decisión
correcta. No podemos poner en riesgo el
destino del municipio en que vivimos, como el destino de nuestra familia, sin
pensar que la toma de decisión nuestra, no nos afecta en lo mas mínimo. Es
decir, se requiere madurez y un estado crítico para no legar a nuestras
descendencias a vivir como nosotros hemos vivido, por nuestros errores, en un
ambiente de inoperancia, corrupción y mal desarrollo, al elegir “políticos” sin
merito algunos y manipuladores.
En el marco de
aquello, sugiero se observe con discernimiento a los mejores ciudadanos y
ciudadanas que crean ustedes reúnen algunas características por la cual se hacen
merecedores de su confianza. Entre las características que hay que observar
para saber por quién votar, propongo se considere lo siguiente:
- Vote
por aquella persona que con altura y dignidad lleva su campaña electoral como
un mecanismo de aprendizaje, sin malgastar su tiempo en ofensa o diatriba, que
te busca para enriquecer su propuesta porque valora y aprecia tu opinión.
- Sufrague
por aquella persona, cuya hoja de vida,
demuestra que es una persona
creatividad y productiva, que se ha ganado el pan con dignidad, que no ha
estado envuelta en escándalo público ni ha estafado o engañado a nadie, que se respeta a sí mismo, como a los demás
- Sufrague
por aquella persona desprendida, que se preocupa por estar al tanto de los
problemas que afecta a su comunidad y a su familia; que sin esperar nada a
cambio, anima a los demás a participar por el bienestar de su sector, promueve
mingas y actividades a favor de la comunidad en la que vive y socorre al
desvalido
- Sufrague
por aquel ciudadano (a) candidato (a) que ha aprendido a reconocer sus errores
y corresponsabilidades; que no busca victimizarse con la finalidad de que
sientan lastima y compasión por él o por ella
- Sufrague
por aquel ciudadano(a) candidato(a) que aún sabiendo que necesita recursos para
financiar su campaña, no acepta aporte mal habido ni recursos ni bienes materiales
proveniente de fondos públicos, que algún seguidor suyo le pone a su disposición.
Aquello es una muestra que este ciudadano o ciudadana, realmente quiere generar
el cambio que estamos necesitando.
- Sufrague
por aquel ciudadano(a) candidato(a) que si te brinda una ayuda, no te la
condiciona ni exige que le devuelvas el favor con tu voto. Pues, si actúa con
chantaje e interés, significa que no merece tu confianza ni la confianza del
pueblo, porque será un promotor de la corrupción. Un manipulador, comprador de
conciencia
- Vote
por aquella persona que ante la difamación que se le haga, no se deja arrastrar
al abismo de la inferioridad humana ni cae más abajo que las bestias. Pues ella
te está demostrando que es una persona sabia y madura que tiene autocontrol y
compasión con sus adversarios político. Esto no quiere decir que no tenga que
hacer nada para frenar la difamación
- Sufrague
por aquella persona que en su vida diaria, ha demostrado ser un protector de la
naturaleza y un promotor de la unidad en diversidad, amante del arte, la
cultura, la ciencia, la poesía y un libre investigador de la verdad.
RECUERDA
QUE DE TU DECISIÓN RESPONSABLE DEPENDE EL BIENESTAR DE LA COMUNIDAD Y QUE DEL
BIENESTAR DE LA COMUNIDAD DEPENDE TU BIENESTAR Y EL DE TU FAMILIA. TU DECIDES.
Esmeraldas, 7 de
enero de 2014