POR FRANCISCO SÁNCHEZ YASCARIBAY
Aunque es muy prematuro evaluar el uso de uno de los mecanismo de la democracia directa, como es la revocatoria del mandato contemplada en la Constitución del 2008 y que se reglamenta en la Ley Orgánica de Participación Ciudadana y en el Código de la Democracia; si es posible sacar algunas lecciones. Por ello me permito citar las siguientes:
Que la proliferación de solicitudes de revocatoria del mandato, nos demuestra que el sistema de designación de autoridades de elección popular que se sustenta en el mercantilismo y la manipulación electoral, ha fracasado. Pues el sistema electoral actual ha conllevado a que se designe a los “mejores estrategas” politiqueros, compradores de conciencia y manipuladores de la esperanza popular; antes que a los mejores hombres con alto principios y compromiso social.
Que las autoridades de elección popular no están realizando una lectura reflexiva sobre sus aptitudes y actitudes que están adoptando frente a la responsabilidad que se le ha otorgado de administrar la cosa pública. Ellos creen, que se les ha otorgado un poder absoluto y que son ellos y nadie más que ellos los que deben administrar a su libre albedrio la cosa pública.
Que la Corte Constitucional, con la finalidad de mantener vivo el banco de favores otorga un crédito inconstitucional a los de la Asociación de Municipalidades del Ecuador "AME", suspendiendo temporalmente los procesos de revocatoria del mandato y otorgando poder absoluto a los alcaldes para decidir o no la aplicabilidad del derecho constitucional de revocar el mandato.
Con la finalidad de frenar el ejercicio de un derecho consagrado en la constitución, los alcaldes cuestionados, por un lado, se victimizan y por otro, satanizan la revocatoria del mandato y lanzan una campaña agresiva para minimizar y desprestigiar a la persona o grupo social que con razón o sin ella, hace uso del derecho a solicitar la revocatoria del mandato para una autoridad determinada.
Que las más fuertes motivaciones que están conllevado a los ciudadanos a sentirse estimulados en revocar el mandato de su autoridad, están dado en la percepción del pueblo, de que esa autoridad ha perdido la confianza y credibilidad en sus electores.
Que uno de los mecanismos políticos para legitimar el poder de una autoridad, y evitar que se le revoque el mandato, requiere que ésta gane un proceso democrático con la mayoría absoluta de los sufragantes, sin la manipulación y compra de conciencia, e introduzca la consulta en todos los asuntos de la gestión pública y crean espacio para los observatorios del gasto público y de las políticas públicas
Se hace necesario que las autoridades de elección popular dejen de mirar los procesos de revocatorias de mandato como una amenaza a su gestión y estabilidad. Deben verla como una oportunidad para construir nexo de diálogos y aprendizajes. Traten de fortalecer la cooperación interinstitucional y la participación ciudadana, e introduzcan la consulta como instrumento claves para legitimar el poder político que le ha otorgado los mandantes.
Entonces, el llamado cívico y libre de todo prejuicio, es el de sumar voces para frenar la pretendida reforma que busca neutralizar el derecho ciudadano a participar en las decisiones de la administración pública y a decidir sobre su destino democrático. Hay que exigir a la Corte Constitucional revea su decisión inconstitucional de suspender y entrometerse en los procesos electorales de revocar el mandato popular otorgados a las autoridades.
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