Por:
Francisco Sánchez Yascaribay
Como al parecer, ya el
cielo de la duda con respecto a saber quienes conducirán los organismos
seccionales, se está aclarando y los estragos de la embriagues política electoral,
se está disipando. Es necesario reflexionar sobre los aprendizajes que nos ha legado el
proceso electoral, en aras de generar cambios en nuestros modelos mentales políticos
y contribuir al proceso de transformación que están demandando los ciudadanos.
Los aprendizajes son:
Los aprendizajes son:
Que la falta de reciclamiento político a la militancia y cuadros
adheridos a las estructuras políticas vigentes, limitan la construcción de sinergia
de la organización y hace que se genere el oportunismo interno y se empañe la identidad
política, debilitando el liderazgo
institucional.
Que la mayoría de organizaciones políticas que participaron en la lid electoral en función
de captar espacio de poder en las elecciones 2014, llevó a muchas de ellas,
romper normas y valores internos, en el escogitamiento y designación de sus candidatos, que generó fisuras y resentimientos entre sus
propios miembros.
Que para el escogimiento de las candidaturas, en muchos
casos, primó la improvisación; en otros,
la aparente "popularidad" y "mal habida solvencia económica” del o los
candidatos; más allá, que la solvencia espiritual (valores), la convicción ideológica
y las capacidades técnicas, que deben reunir los candidatos como garantías de
que se tiene las buenas intenciones de generar los cambios anhelados.
Que la falta de interacción, visión trascendental y
participación en la construcción de las propuestas electorales de los candidatos, que en algunos caso se las
hizo al apuro, hiso en su mayoría, que se oferte una propuesta vacía, demagoga y sin fundamentos.
Que el aplicar métodos mercantilistas electorales, tan usados
por la derecha y el populismo tradicional, que nos han llevado hacia un mal
desarrollo; por un lado, desveló a la mayoría de los candidatos y estrategas de
campañas, ser débiles de carácter y no
tener respecto con sus conciudadanos ni un alto compromiso con el desarrollo de
su propio pueblo. Por otro, contribuyó para seguir fomentando la cultura de
formación de electores autómatas, facil de conducir y manipular. Además, para que se perciba a los candidatos, como demagogos, que no van
a generar los cambios que se requieren y la participación real que demandan los
ciudadanos para una buena gobernanza.
Que ciertos niveles de prejuicios y autosuficiencias, existentes en las estructuras
partidarias, como la falta de promoción de espacios de
aprendizajes para educar a la militancia y enriquecer los métodos y estrategias
de difusión de la propuesta política, pasaron factura electoral a los
partidos y movimientos políticos.
Que mucho de los simpatizantes que se adhirieron a la campaña
electoral en favor de unos u otros candidatos opcionados, no lo hacían por
convicción con las propuestas, ni por compromiso social con su partido; sino, motivados por un
puesto de trabajo, aún sin tener los méritos espirituales y las capacidades
técnicas.
En el marco de proyectarnos a no cometer los mismos errores
en la gobernanza, dejo a ustedes para su reflexión, la siguiente cita:
“La
capacidad de cualquier institución para efectuar y manejar cambios, y para
responder creativamente a los desafíos que se le presentan, supone el
desarrollo de una serie de destrezas cruciales. Éstas incluyen la habilidad de
mantener una percepción clara de la realidad social y las fuerzas que operan en
ella; de valorar apropiadamente los recursos de la comunidad; de consultar
libre y armoniosamente como si de un solo cuerpo se tratara con su distrito
electoral; de comprender que cualquier decisión tiene tanto dimensión material
como espiritual; de alcanzar decisiones de manera que preserve y promueva la
unidad institucional; de ganar la confianza, el respeto y el apoyo de aquellos
afectados por dichas decisiones; de usar de modo efectivo las energías y los
diversos talentos de los miembros de la comunidad a la que sirven; de integrar
la diversidad de las iniciativas individuales y colectivas en un movimiento
vanguardista que beneficie a todos; de mantener los estandartes de equidad y
justicia; y de implementar decisiones con tal apertura y flexibilidad que evite
todo rastro del comportamiento dictatorial. Esta constelación de destrezas
debe, obviamente, acercar los recursos intelectuales y morales”. Escritos
Bahá´is, Compilaciones: Superación de la Corrupción.
Esmeraldas,
25 de febrero de 2013